El piloto asturiano, que tiene su cuartel general en Portimao, a 113 kilómetros del hotel donde está concentrado el equipo Cervélo (Vila Nova de Cacela), llegó a la cita antes de las 10 de la mañana, provisto de su bicicleta Colnago blanca y de su equipaje completamente negro, inmaculado de marcas y anagramas. Carlos Sastre se encargó de hacer los honores, y tras las pertinentes presentaciones al resto de la plantilla del equipo suizo salieron a la carretera para rodar por espacio de cuatro horas.
Alonso y Sastre, que se admiran mutuamente, se conocieron en el partido contra la Malaria celebrado recientemente en Madrid. El asturiano es un apasionado del ciclismo, deporte que practica con bastante frecuencia acompañado en muchas ocasiones de los profesionales Samuel Sánchez y Chechu Rubiera, y el abulense es un enamorado del automovilismo y fiel seguidor de la Fórmula 1. Este encuentro ha venido a fortalecer la amistad entre estos dos grandes deportistas españoles.
Carlos Sastre le devolverá la visita y acudirá el próximo jueves al trazado de Portimao. Todo el equipo Cervélo tiene previsto asistir a la última jornada de entrenamientos, en la que rodará Fernando Alonso por segundo día consecutivo, para conocer más de cerca el ´paddock´ de la Fórmula 1 y el garaje de Renault.
Foto: Tim de Waele
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Fernando Alonso y Carlos Sastre comparten una jornada de entrenamiento en bicicleta